Fotografiar tenis es un verdadero reto y, al mismo tiempo, una de las disciplinas más emocionantes dentro de la fotografía deportiva. Este deporte combina velocidad, concentración, técnica y expresividad en fracciones de segundo. Desde el impacto de la pelota hasta la tensión en el rostro del jugador, cada momento tiene el potencial de convertirse en una imagen cargada de energía y narrativa. Pero para lograr fotos realmente poderosas, necesitas más que un buen lente: necesitas estrategia, creatividad y sensibilidad para anticiparte a la jugada.
En este artículo te compartimos 5 ideas creativas para fotos de tenis que te ayudarán a capturar el alma del juego, ya sea en un torneo profesional, una práctica o una sesión editorial con un atleta. Estas ideas están pensadas para aprovechar la acción, pero también para enfocarte en los detalles, los gestos y el entorno que dan vida al deporte. Si estás buscando cómo salir del típico disparo congelado y crear imágenes que hablen del ritmo, la emoción y la elegancia del tenis, este contenido es para ti. Prepara tu cámara, ajusta tu enfoque y prepárate para disparar con más intención en cada punto.
Uno de los momentos más impactantes y difíciles de capturar en el tenis es el instante exacto en que la raqueta hace contacto con la pelota. Esta fracción de segundo reúne técnica, potencia y precisión en una sola imagen, y cuando logras congelarla con claridad, se convierte en una foto de alto valor visual. Para lograrlo, es indispensable trabajar con velocidades de obturación muy altas, generalmente desde 1/2000 segundos en adelante, especialmente si estás capturando saques o golpes rápidos desde el fondo de la cancha.
Configura tu cámara en modo manual o prioridad a la velocidad (Tv o S, según tu equipo), y asegúrate de tener suficiente luz, ya sea natural o con apoyo de ISO alto. Si estás en exteriores durante el día, la luz natural será suficiente para congelar el movimiento sin sacrificar calidad. En canchas techadas o con poca luz, deberás ajustar la apertura al máximo (f/2.8 o f/4) y subir el ISO con cuidado para evitar ruido excesivo. Si tienes un lente teleobjetivo rápido (como un 70-200 mm f/2.8), será tu mejor aliado.
El truco está en anticipar el golpe. Observa el ritmo del jugador y su preparación antes del impacto. Muchos fotógrafos deportivos disparan en ráfaga continua para aumentar las probabilidades de capturar el momento exacto, pero también puedes entrenar tu ojo para leer el cuerpo del tenista justo antes del swing. Intenta colocarte en un ángulo lateral o frontal ligeramente inclinado para que se aprecie mejor la forma del cuerpo, la pelota y la tensión de las cuerdas al contacto.
Una foto bien lograda de este tipo no solo demuestra habilidad técnica como fotógrafo, también transmite toda la energía del deporte. Muestra la potencia del brazo, la velocidad de la pelota y la coordinación del jugador en un momento congelado en el tiempo. Este tipo de imagen funciona perfecto tanto para medios deportivos como para campañas de marca o portafolios personales. En pocas palabras: es la esencia del tenis comprimida en una sola imagen. Dominarla te abrirá muchas puertas.

El tenis es un deporte que, más allá de la técnica, se vive con una intensidad emocional que se refleja en el rostro de los jugadores en cada punto. Capturar esas expresiones de esfuerzo, concentración, frustración o celebración puede darle a tus fotos un valor narrativo mucho más profundo. En un mundo saturado de imágenes deportivas de acción, una buena expresión puede ser lo que convierte una foto en una historia visual poderosa.
Para lograr este tipo de tomas, necesitas estar muy atento al ritmo del juego. Los mejores momentos suelen ocurrir justo después de un golpe fuerte, cuando el jugador sigue con la mirada la trayectoria de la pelota, o durante un grito de esfuerzo al ejecutar un saque o un revés. También es muy efectivo capturar la reacción inmediata tras un punto importante: ya sea un festejo contenido, un grito de victoria o la decepción tras un error no forzado. Todo eso es parte del drama del tenis, y vale oro en fotografía.
Utiliza lentes con buena distancia focal (como un 70-200mm o superior) para acercarte sin invadir el espacio del jugador. Abre el diafragma (f/2.8 – f/4) para lograr un fondo desenfocado y así enfocar la atención completamente en el rostro y el gesto. Asegúrate de mantener una velocidad lo suficientemente alta como para evitar desenfoque, incluso cuando el movimiento no sea tan rápido como el de un golpe. La nitidez en los ojos o el gesto facial es clave para que la emoción se sienta real.
Estas imágenes no solo aportan variedad a tu cobertura de un partido, también conectan con el espectador a un nivel más humano. Son perfectas para reportajes, contenido editorial o storytelling visual. Mientras muchos fotógrafos se enfocan en la técnica pura del deporte, tú puedes destacar al mostrar lo que ocurre detrás del golpe: la mente, la emoción y la tensión que hacen del tenis un juego mental tanto como físico. Una mirada bien capturada puede decir más que todo un set.

Cambiar la perspectiva desde la que fotografías el tenis puede marcar la diferencia entre una imagen común y una toma con impacto visual. Utilizar ángulos laterales o bajos te permite capturar la extensión del cuerpo en movimiento, el recorrido del swing, la posición de las piernas y la interacción con la cancha de una forma mucho más dinámica. Estos ángulos refuerzan la sensación de velocidad y fuerza, y permiten mostrar el juego desde una mirada menos predecible.
Un ángulo lateral es ideal para mostrar desplazamientos laterales, estiramientos extremos o el recorrido completo del brazo durante un golpe. También te da la posibilidad de incluir elementos del entorno como las líneas de la cancha, el público o el fondo, lo que enriquece la composición. Por otro lado, disparar desde abajo —a la altura del suelo o incluso agachado— acentúa la figura del jugador contra el cielo o el fondo de las gradas, dándole más protagonismo y poder visual.
Para lograr estos ángulos con éxito, es importante anticipar la dirección del movimiento del jugador. Ubícate estratégicamente en la línea lateral de la cancha o en zonas donde tengas visibilidad sin interferir en el juego. Si usas un lente angular desde abajo, podrás captar más del entorno, mientras que con un teleobjetivo lograrás aislar mejor al sujeto en plena acción. Juega con ambos según el tipo de imagen que estés buscando: épica y abierta, o cerrada y emocional.
Este tipo de encuadres aportan variedad y estética a tu cobertura fotográfica. Las tomas desde ángulos poco convencionales no solo son más llamativas, también comunican movimiento y tensión de manera más efectiva. Y en un deporte tan técnico como el tenis, mostrar la postura, el giro del cuerpo o la explosión del salto desde una perspectiva diferente puede ayudarte a construir imágenes que impacten tanto visual como emocionalmente. Atrévete a salir de lo obvio: tu portafolio lo agradecerá.

El tenis no solo se juega en los puntos. Muchos de los momentos más intensos y reveladores ocurren antes y después de cada golpe. Capturar esos instantes de preparación —cuando el jugador se acomoda la gorra, bota la pelota, respira profundo o camina hacia su posición— es una excelente forma de aportar narrativa y profundidad a tu trabajo fotográfico. Estos rituales hablan del enfoque mental, de la estrategia interna y de la concentración que hacen del tenis un deporte tan mental como físico.
Fotográficamente, estos momentos te permiten trabajar con mayor control, ya que el jugador no está en movimiento explosivo. Puedes usar velocidades más lentas y composiciones más cuidadas para centrarte en los gestos, el lenguaje corporal y el ambiente. Aprovecha estos segundos para cambiar de ángulo, ajustar la exposición o componer con elementos como las líneas de la cancha, la red o el encuadre de la raqueta. Una toma bien lograda en la “pausa” puede decir tanto como una del punto culminante.
Estos instantes también permiten retratar la personalidad del jugador. Algunos tienen rutinas marcadas y expresiones reconocibles: una mirada intensa, un gesto repetitivo, una forma específica de preparar el saque. Documentar esos hábitos ayuda a crear una narrativa más completa del deportista, ideal para coberturas de torneo, contenido editorial o retratos documentales. Además, generan imágenes con un ritmo más pausado que contrastan visualmente con la explosividad del juego en acción.
Incluir estas pausas en tu cobertura fotográfica aporta equilibrio y refuerza el storytelling. No todo en el tenis es velocidad: también hay táctica, tensión interna y momentos de introspección que valen la pena capturar. Estas imágenes son excelentes para acompañar textos, entrevistas, perfiles o publicaciones de redes sociales que busquen mostrar “el otro lado del juego”. La clave está en mirar más allá del golpe… y encontrar el punto justo donde la mente y el cuerpo se alinean.

5. Juega con la luz y las sombras en canchas abiertas
Las canchas de tenis, especialmente en exteriores, ofrecen un entorno perfecto para experimentar con la luz natural y crear composiciones que vayan más allá de lo meramente deportivo. Las líneas marcadas, las redes, el contraste entre el verde o azul de la superficie y el cielo abierto se prestan para crear imágenes gráficas, limpias y muy visuales. Y si a eso le sumas una buena dosis de luz y sombra, puedes transformar una simple jugada en una escena casi cinematográfica.
Durante las primeras horas de la mañana o al final de la tarde, la luz entra en ángulo, proyectando sombras largas y definidas que puedes usar como elementos compositivos. La silueta del jugador, el trazo de la raqueta, la sombra de la red… todo puede convertirse en parte de la historia visual. Si juegas con las exposiciones, incluso puedes subexponer ligeramente para destacar las formas oscuras contra un fondo bien iluminado, generando imágenes con mucho carácter.
También puedes usar el contraste entre zonas de sol y sombra para crear capas en la imagen, separando al jugador del fondo o dando énfasis a ciertos elementos. Este tipo de recursos no solo aportan fuerza estética, también ayudan a dirigir la mirada del espectador exactamente a donde tú quieres. Además, te permite trabajar un estilo más artístico dentro de la fotografía deportiva, algo que muchas marcas o medios valoran por su originalidad.
No tengas miedo de experimentar. Incluye encuadres abiertos que muestren el entorno, detalles de textura como el polvo que se levanta, o elementos como sombras cruzadas que atraviesan la cancha. Las canchas abiertas ofrecen oportunidades visuales únicas si aprendes a leer la luz. Este tipo de imágenes destacan en redes sociales, portfolios y proyectos editoriales, y demuestran que sabes ver más allá del punto… ves la atmósfera del juego.

Aprende, dispara y edita como un pro
Fotografiar tenis es mucho más que congelar una pelota en el aire. Es contar una historia de estrategia, intensidad, fuerza y emoción a través de imágenes que conecten con el espectador. Estas cinco ideas te dan una base sólida para ir más allá de la acción evidente y construir una narrativa visual completa: desde la preparación mental del jugador hasta el uso creativo de la luz y la composición. Ya sea para cubrir torneos, crear contenido para redes sociales o documentar entrenamientos, cada toma puede decir mucho más si se hace con intención.
Y si quieres seguir perfeccionando tu técnica, ampliar tu visión y fortalecer tu presencia como fotógrafo profesional, te recomendamos explorar algunos cursos clave. Aprende a capturar la esencia de lo urbano con el curso de Street Photography con Gabriela Olmedo, ideal para desarrollar tu capacidad de observación en espacios reales. Si quieres editar tus fotos deportivas con precisión y estilo, el curso de técnicas de edición te dará las herramientas necesarias. Y para quienes buscan integrar tecnología en su negocio creativo, el curso de ChatGPT como herramienta de trabajo te abrirá nuevas posibilidades de automatización y productividad. ¡Tu siguiente gran foto comienza con prepararte mejor!