Capturar la conexión auténtica entre dos personas es uno de los mayores retos —y placeres— dentro de la fotografía de retrato. Las sesiones en pareja no solo son una oportunidad para explorar emociones y narrativas visuales, sino también una excelente forma de mostrar tu estilo como fotógrafo o fotógrafa profesional. Pero, seamos honestos: después de tantas sesiones similares, es fácil caer en los mismos encuadres, las mismas poses y los mismos escenarios. ¿Te ha pasado que sientes que todas tus fotos de pareja se ven demasiado parecidas?
En este artículo te compartimos 10 ideas para fotos en pareja que te van a sacar de la rutina creativa. Desde conceptos espontáneos y divertidos, hasta composiciones románticas con un toque editorial, estas ideas están pensadas para ayudarte a elevar el nivel de tus sesiones y ofrecer resultados únicos a tus clientes. Si buscas inspiración fresca para tu próximo shooting, estás en el lugar correcto. ¡Sigue leyendo y encuentra ese toque especial que hará que tus fotos de pareja se roben todas las miradas en redes y portafolios!
El atardecer es uno de los momentos más mágicos del día para fotografiar parejas. La famosa “hora dorada” ofrece una luz suave, cálida y envolvente que favorece los tonos de piel, suaviza las sombras y crea una atmósfera íntima por sí sola. Para lograrlo, te recomendamos planear la sesión con al menos 45 minutos de anticipación para aprovechar tanto la luz cálida como la transición hacia el azul del crepúsculo. Este momento, además de fotogénico, relaja a las parejas, ya que todo se siente más tranquilo, más natural. Si tienes la posibilidad de escoger la locación, busca espacios abiertos como campos, playas, o terrazas con horizonte limpio para evitar sombras o distracciones.
En cuanto a dirección, apuesta por la espontaneidad. Durante el atardecer, lo mejor es no forzar poses. Pide que caminen, que se abracen mientras avanzan hacia la cámara o de espaldas a ella, o que simplemente se vean a los ojos mientras conversan. Una técnica que funciona muy bien es pedirles que compartan una anécdota graciosa o emotiva para provocar una reacción genuina. La clave aquí está en capturar esos microgestos y emociones reales que hacen única a cada pareja.
A nivel técnico, aprovecha la luz lateral o contraluz para lograr efectos de silueta, brillos alrededor del cabello o destellos artísticos (lens flares). Usa aperturas amplias (f/1.8 a f/2.8) para crear profundidad y desenfoque suave en el fondo, pero asegúrate de mantener a la pareja en foco. También puedes experimentar con la medición puntual sobre la piel para que la luz dorada no sobreexponga el fondo. Si deseas mayor control, un reflector dorado te puede ayudar a rellenar sombras en rostros sin perder calidez.
Finalmente, edita con sutileza. No exageres la saturación: deja que los tonos cálidos hablen por sí solos. Resalta la atmósfera romántica usando ajustes suaves en contraste y nitidez, manteniendo la imagen lo más natural posible. Las fotos al atardecer no solo encantan a las parejas, sino que además se convierten en contenido perfecto para redes sociales, portafolios e incluso impresiones tipo fine art. Este tipo de imagen siempre vende, conecta y emociona.

Una de las formas más efectivas de capturar la esencia real de una pareja es fotografiarlos en su propio espacio. Las sesiones en casa ofrecen un ambiente íntimo, cómodo y cargado de significado personal. Aquí no hay distracciones, poses forzadas ni ruidos externos: solo ellos, en su rutina, en su mundo. Esta opción es ideal para parejas que no se sienten del todo cómodas frente a la cámara en espacios públicos, o para quienes valoran los detalles de su vida cotidiana como parte del recuerdo fotográfico. Además, las sesiones en casa se han vuelto cada vez más populares, especialmente en contextos como sesiones pre-boda o lifestyle.
Como fotógrafo, tu principal reto será encontrar belleza en lo cotidiano. Aprovecha las ventanas para utilizar luz natural; la luz suave que entra por cortinas blancas genera una atmósfera envolvente y cálida. Puedes comenzar la sesión en la cocina mientras preparan café, continuar en la sala leyendo o jugando con una mascota, y terminar en la recámara o el balcón. No se trata de que la casa esté perfecta, sino de capturar interacciones reales. A veces, el desorden o los objetos personales aportan textura y contexto, haciendo que las imágenes se sientan más vivas y auténticas.
A nivel técnico, trabaja con lentes luminosos (50mm o 35mm f/1.4 o f/1.8) que te permitan disparar con poca luz sin comprometer la calidad. También es útil llevar un difusor LED portátil en caso de que la luz natural no sea suficiente. En lugar de usar flash directo, busca rebotarlo en el techo o paredes claras para mantener un estilo suave y natural. Presta atención a los colores del entorno: los tonos neutros funcionan muy bien, pero si hay elementos llamativos en el fondo, asegúrate de que no compitan con el foco principal, que siempre debe ser la conexión entre la pareja.
La postproducción debe ser ligera, enfocada en mantener la atmósfera cálida y relajada. Puedes potenciar los tonos cremosos y suaves, ajustar ligeramente la temperatura de color hacia lo cálido, y resaltar detalles como miradas, manos entrelazadas o sonrisas cómplices. Esta idea de sesión tiene un alto valor emocional para los clientes y también para tu portafolio, ya que muestra tu capacidad de contar historias reales con sensibilidad y estilo. En casa, cada rincón puede ser un escenario lleno de autenticidad.

La fotografía inspirada en el cine se ha convertido en una tendencia poderosa dentro del mundo visual, y aplicarla a sesiones de pareja puede elevar tu trabajo a otro nivel. Esta idea va más allá de una simple pose o locación; se trata de construir una narrativa visual que se sienta como un fotograma de una película romántica. Para lograrlo, es clave planificar con anticipación: desde la estética (colores, iluminación, vestuario) hasta el tipo de historia que quieres contar. Puedes inspirarte en películas como Before Sunrise, La La Land o Amélie, dependiendo del estilo emocional y visual que quieras recrear.
Uno de los principales elementos que aportan ese look cinematográfico es la composición. Juega con encuadres amplios, negativos o simétricos. Utiliza elementos como ventanas, marcos de puertas, espejos o cristales para dar profundidad y dramatismo. También puedes incorporar objetos que cuenten parte de la historia: una bicicleta, una carta, una cámara antigua, etc. La idea es que cada foto parezca una escena sacada de una película. De hecho, puedes planear la sesión como si fuera un mini guion dividido en actos: un encuentro, una caminata, una despedida o un momento de reflexión juntos.
En cuanto a luz, busca ambientes naturales que permitan trabajar con sombras, luces suaves y reflejos. Una cafetería con ventanales, una estación de tren, una librería antigua o un cine viejo pueden ser locaciones perfectas. Si vas a usar luz artificial, cuida que sea suave y con un enfoque lateral o trasero para crear volumen. Los colores también juegan un rol importante: paletas desaturadas, tonos cálidos o incluso virados en postproducción pueden ayudarte a lograr ese toque de película romántica. Considera también trabajar con la relación de aspecto 2:1 o incluso 2.35:1 para imitar el formato widescreen del cine.
Finalmente, edita con una intención clara. Los presets tipo “cine” pueden servir como punto de partida, pero asegúrate de que no se sienta sobreprocesado. Agrega grano sutil, ajusta los negros y mantén los tonos piel con aspecto natural. Este tipo de sesiones suelen resonar mucho con parejas jóvenes y creativas, pero también te posicionan como un fotógrafo o fotógrafa con visión artística. En redes sociales, estas imágenes tienen un alto potencial de viralidad por su carga estética. Al ofrecer este estilo, no solo entregas fotos, sino una historia que tus clientes van a querer revivir una y otra vez.

Las ciudades están llenas de vida, textura y contrastes visuales que pueden ser el escenario perfecto para una sesión de pareja con estilo editorial. Este tipo de fotografía urbana tiene un enfoque más moderno y estilizado, donde los elementos de la ciudad se convierten en parte esencial de la narrativa. Desde muros con grafitis, avenidas con arquitectura clásica o contemporánea, hasta cafeterías de diseño o calles empedradas, todo suma. La clave está en observar y aprovechar lo que ofrece el entorno, sin dejar de dirigir a la pareja para mantener el foco en su conexión.
Antes de la sesión, haz scouting de locaciones que tengan buena luz, composiciones interesantes y una estética coherente con el estilo de tus clientes. Algunos barrios de moda en México como la Roma, Condesa, Coyoacán o Centro Histórico de CDMX son ideales para este tipo de fotos. También funcionan los mercados, estacionamientos con estructuras metálicas, pasarelas o cualquier rincón con personalidad. Coordina el vestuario con los colores y texturas del entorno: looks casuales pero bien cuidados, con toques urbanos o modernos, pueden potenciar la estética de la sesión.
En términos técnicos, este tipo de fotografía urbana permite jugar mucho con ángulos y encuadres atrevidos. Prueba planos picados o contrapicados, reflejos en charcos, composiciones con líneas de fuga o incluso incorporaciones de tráfico o transeúntes desenfocados para añadir dinamismo. Usa velocidades de obturación rápidas si hay mucho movimiento y, si lo deseas, añade un flash externo rebotado o con difusor para resaltar a la pareja en ambientes con luz compleja. La lente 35mm es una gran aliada en estos escenarios, ya que te permite mostrar el contexto sin alejarte demasiado de los sujetos.
La edición puede inclinarse hacia lo editorial: contrastes marcados, sombras profundas, colores vibrantes o una apariencia tipo film. Este tipo de fotos son ideales para publicaciones en redes sociales, portafolios digitales e incluso para campañas comerciales de fotografía lifestyle. Para los fotógrafos y fotógrafas que quieren mostrar un enfoque más moderno y versátil, las sesiones urbanas en pareja son una excelente oportunidad para experimentar con creatividad sin perder el enfoque emocional. Al final, el amor también se vive entre banquetas, luces de neón y esquinas con historia.

5. Con mascotas: integrando al miembro peludo de la familia
Para muchas parejas, su mascota es más que un compañero: es parte esencial de su historia de amor. Integrar a ese miembro peludo en una sesión de fotos no solo hace que las imágenes sean más significativas, sino que también añade una dosis extra de ternura, espontaneidad y autenticidad. Ya sea un perro, un gato, un conejo o incluso un ave, incluir a la mascota genera una dinámica más relajada y natural, ideal para capturar emociones sinceras. Además, este tipo de sesiones son altamente compartibles en redes y muy buscadas por quienes valoran a su familia de cuatro patas.
La clave para una buena sesión con mascotas es la paciencia y la flexibilidad. A diferencia de las personas, los animales no siguen indicaciones al pie de la letra, por lo que debes trabajar con su energía y tiempos. Inicia con fotos donde la mascota se sienta cómoda: por ejemplo, acurrucada entre ambos, jugando en el pasto o recibiendo caricias. Si el animal es muy activo, permite que juegue mientras capturas la interacción espontánea. Ten snacks o premios a la mano, y considera que en algunos casos puede ser útil llevar a alguien más que ayude a manejar a la mascota mientras tú diriges la toma.
Desde el punto de vista técnico, trabaja con velocidades de obturación altas (1/500 o más) para congelar movimiento, especialmente si el animal es juguetón. Usa aperturas amplias para desenfocar el fondo y mantener el enfoque en la pareja y su mascota. Los espacios exteriores como parques, jardines o patios son ideales porque ofrecen libertad de movimiento y buena luz natural. También puedes hacer sesiones en interiores, sobre todo si la mascota se estresa en exteriores, aunque ahí deberás cuidar más la iluminación y el entorno.
En edición, busca realzar la calidez del momento: tonos suaves, contraste moderado y una corrección de color que mantenga la naturalidad de los tonos piel y pelaje. Este tipo de fotos se convierten en verdaderos tesoros emocionales para las parejas, y también son un gancho muy efectivo para atraer nuevos clientes amantes de los animales. Si además eres amante de los animales, este tipo de sesiones te permitirá conectar a otro nivel con tus clientes. No subestimes el poder de una imagen donde el amor humano y animal se funden en una sola escena: es pura magia.

6. Sesión en la naturaleza: bosques, montañas y lagos para un fondo épico
Las sesiones en pareja al aire libre, rodeadas de naturaleza, tienen un poder visual impresionante. Ya sea en medio de un bosque, frente a un lago cristalino o en la cima de una montaña, estos escenarios aportan una sensación de libertad, paz y grandeza que enmarca perfectamente la conexión entre dos personas. Este tipo de sesiones son ideales para parejas aventureras, amantes del aire libre o simplemente aquellas que buscan un fondo majestuoso y diferente. Además, son una gran oportunidad para que tú como fotógrafo explotes tu creatividad y domines la luz natural en escenarios amplios y cambiantes.
Una buena planeación es clave. Investiga locaciones que ofrezcan diversidad de paisajes, accesibilidad y seguridad. Lugares como Valle de Bravo, Desierto de los Leones, La Marquesa o incluso las lagunas en Hidalgo o Veracruz son ejemplos ideales en México. Toma en cuenta la temporada, ya que los colores y la atmósfera cambian drásticamente entre primavera, otoño o temporada de lluvias. Asegúrate de informar a la pareja sobre qué ropa llevar: tonos tierra, verdes, neutros o incluso ropas fluidas en blanco pueden resaltar perfectamente en un entorno natural.
En cuanto al equipo, lleva lentes versátiles como un 24-70mm o un 35mm para capturar tanto paisajes amplios como planos más íntimos. Usa aperturas intermedias (f/4 a f/5.6) si quieres conservar detalle tanto en la pareja como en el entorno. Si el fondo lo amerita, no temas alejarte físicamente y capturar a la pareja como una pequeña parte del gran paisaje, para dar esa sensación de inmensidad. Aprovecha las primeras horas del día o la golden hour para lograr una luz suave y envolvente. También puedes jugar con sombras, reflejos en el agua, niebla o elementos como hojas en primer plano para crear profundidad.
En la edición, mantén un balance entre resaltar los colores del paisaje y conservar los tonos piel naturales. Los verdes, marrones y azules deben verse vibrantes pero realistas. Si editas con un estilo más cálido o moody, asegúrate de que la pareja siga siendo el foco de atención. Este tipo de sesiones no solo destacan por su belleza estética, sino también por transmitir una sensación de conexión no solo entre la pareja, sino con el mundo que los rodea. Son imágenes que evocan emoción y asombro, ideales para quienes buscan un recuerdo que dure toda la vida.

7. Ideas creativas con humo de colores o bengalas
Si buscas darle un giro más artístico, llamativo y dinámico a tus sesiones en pareja, incorporar humo de colores o bengalas de luz es una excelente opción. Este tipo de elementos no solo generan un impacto visual inmediato, sino que también despiertan emociones y dan un aire cinematográfico y festivo a la imagen. El humo puede envolver a la pareja creando una atmósfera de misterio, mientras que las bengalas aportan calidez, energía y movimiento. Lo mejor de todo es que estas ideas funcionan tanto de día como de noche, en locaciones urbanas o naturales, y permiten resultados únicos en cada sesión.
Eso sí, trabajar con humo o fuego implica preparación. Lo primero es asegurarte de usar productos seguros y de calidad: busca bengalas frías (las que no queman al sostenerlas) y bombas de humo no tóxicas, diseñadas específicamente para fotografía. Revisa las condiciones del clima —el viento puede ser tu aliado o tu peor enemigo— y ten a la mano cubetas de agua o un extintor por precaución. Si estás en un espacio natural, asegúrate de no dejar residuos y seguir todas las normas locales. La seguridad siempre debe ir primero, sin comprometer la creatividad.
A nivel fotográfico, el humo de colores funciona increíblemente bien con luz natural suave, ya sea durante la golden hour o en un día nublado. Puedes pedir a la pareja que sostenga el humo mientras caminan, que se abracen en medio de la nube de color, o incluso que lo lances tú mismo para controlar mejor la composición. Usa velocidades de obturación medias para capturar el movimiento del humo sin congelarlo por completo, y lentes con buena apertura para jugar con la profundidad. En el caso de las bengalas, las tomas nocturnas o al anochecer crean un contraste hermoso con la calidez de la chispa.
En edición, puedes intensificar ligeramente los colores para que el humo tenga mayor presencia, pero sin que opaque a la pareja. Ajusta los tonos para armonizar la paleta cromática y mantén el enfoque en la emoción y conexión entre los sujetos. Estas sesiones suelen destacar muchísimo en redes sociales y portafolios, por su impacto visual inmediato y por lo diferentes que se sienten frente a sesiones más clásicas. Si quieres atraer a parejas jóvenes, creativas o amantes de lo no convencional, ofrecer este tipo de propuesta puede marcar la diferencia en tu oferta profesional.

8. Fotografía en blanco y negro: elegancia y dramatismo
La fotografía en blanco y negro tiene una fuerza emocional y estética que trasciende tendencias. Al eliminar el color, los ojos se centran en la expresión, la luz, las texturas y las emociones puras. Por eso, este estilo es ideal para sesiones de pareja que buscan algo más íntimo, artístico o con un aire atemporal. No se trata solo de aplicar un filtro monocromático, sino de pensar y construir la imagen con intención: desde la iluminación hasta la pose, todo debe aportar al mensaje visual. Cuando se hace bien, una foto en blanco y negro puede decir más que mil imágenes a color.
Para lograrlo, debes observar la luz con mucho más detalle. La iluminación cobra un papel protagonista en este estilo. Las sombras profundas, los contraluces y los juegos de luces laterales funcionan excelente para crear volumen y dramatismo. Si estás en exteriores, busca momentos del día con luz contrastante, como el amanecer o el atardecer. En interiores, aprovecha ventanas o puertas abiertas para proyectar luz natural sobre la pareja. También puedes usar iluminación artificial con modificadores como softboxes o reflectores para controlar las sombras y resaltar los rostros.
En cuanto a dirección, este tipo de sesión invita a gestos más pausados, expresiones intensas y cercanía emocional. Pide a la pareja que mantenga contacto visual fuerte o que cierren los ojos y se acerquen lentamente. Los abrazos cerrados, las manos entrelazadas o un beso discreto pueden adquirir un peso emocional mucho mayor en blanco y negro. También puedes jugar con planos cerrados, texturas (ropa, piel, cabello) y encuadres poco convencionales para darle a la serie una estética más editorial o artística. Incluso detalles como un solo brazo abrazando al otro pueden transmitir mucho en este formato.
La edición en blanco y negro merece atención especial. No basta con quitar el color: ajusta los niveles de contraste, las luces altas y las sombras con precisión. Añadir un poco de grano puede aportar carácter, y manipular los canales individuales de color (antes de convertir a blanco y negro) te permitirá controlar qué tan oscuros o claros se verán ciertos elementos. Este estilo es ideal para galerías impresas, sesiones de aniversario o proyectos personales. También funciona muy bien como complemento dentro de una sesión color, para ofrecer una narrativa visual más rica. Si sabes cómo manejarlo, el blanco y negro puede convertir una imagen sencilla en una obra de arte.

9. Sesión temática: desde vintage hasta festivales de música
Las sesiones temáticas son una excelente forma de romper con lo convencional y crear imágenes que cuenten una historia muy específica. Este tipo de sesiones permite a las parejas expresar sus gustos, pasatiempos, estilos o incluso épocas favoritas, convirtiendo la sesión en una experiencia lúdica y personalizada. Desde una estética vintage inspirada en los años 50, una vibra bohemia tipo festival de música, hasta una recreación de escenas de sus series o películas favoritas, las posibilidades son infinitas. Lo más importante es que haya una conexión real con el concepto elegido, para que la energía fluya de forma auténtica.
El proceso comienza con una buena conversación con la pareja. Pregúntales qué los inspira, qué tipo de ropa disfrutan, si hay algún lugar o tema que tenga un significado especial para ellos. A partir de ahí puedes proponer ideas visuales, locaciones y elementos que enriquezcan el concepto. Por ejemplo, si optan por una sesión estilo festival, puedes elegir un campo abierto, incluir sombreros, lentes de sol, glitter o telas sueltas. Si prefieren una vibra más vintage, los autos clásicos, cafeterías antiguas o incluso muebles retro pueden ser parte clave del escenario.
Desde el punto de vista técnico, este tipo de sesiones se beneficia de una dirección artística sólida. Presta especial atención al vestuario, paleta de colores, accesorios y maquillaje. La luz natural puede ser tu aliada si el concepto lo permite, pero también puedes jugar con iluminación artificial para lograr efectos dramáticos o cinematográficos. Usa lentes con aperturas amplias para aislar a la pareja del fondo y dar ese look tipo editorial o fashion. El encuadre también cobra relevancia: puedes incluir elementos del entorno que refuercen el tema, o cerrar el plano para destacar detalles clave como una cámara antigua o una flor en el cabello.
En postproducción, puedes ir un paso más allá: aplicar virados de color (por ejemplo, tonos sepia o pastel para lo vintage), agregar texturas como grano o desenfoques suaves, o incluso aplicar efectos inspirados en películas análogas. Recuerda siempre mantener el equilibrio entre estilo y naturalidad, para que las imágenes sigan siendo emocionales, no solo estéticas. Este tipo de sesiones son muy valoradas por las parejas que buscan algo diferente, y además son un excelente material para tu portafolio, ya que muestran tu capacidad de conceptualización, producción y dirección artística. Una sesión temática bien ejecutada puede convertirse en una pieza memorable tanto para el cliente como para ti como creador.

10. Movimiento y juego: capturando la complicidad espontánea
No todas las fotos necesitan estar perfectamente posadas para ser poderosas. De hecho, muchas veces las imágenes más emotivas y memorables nacen del movimiento, de la risa inesperada o de un gesto espontáneo. Este enfoque busca capturar la verdadera esencia de la relación entre la pareja: su química, su sentido del humor, su energía compartida. Incluir dinámicas de juego o acción dentro de la sesión no solo rompe el hielo, sino que permite que los sujetos se relajen y se olviden por un momento de la cámara. El resultado son fotos llenas de vida, naturales y emocionalmente potentes.
Puedes comenzar con dinámicas simples: pedirles que caminen tomados de la mano, que uno corra a abrazar al otro, que giren juntos, salten o incluso jueguen a las “carreritas”. Otra idea que funciona muy bien es incluir elementos como burbujas, confeti, globos, o una cobija para envolverlos. Si estás en una playa o parque, invítalos a correr descalzos, perseguirse o simplemente bailar juntos. Es importante que sientan que tienen permiso de “jugar”, sin preocuparse por lucir perfectos. Tu papel como fotógrafo será observar y disparar en el momento justo, dejando que la magia suceda.
Desde lo técnico, este tipo de sesión requiere una buena preparación de equipo. Usa modos de enfoque continuo (AI Servo o AF-C), ráfaga de disparo y velocidades altas (mínimo 1/500, idealmente más) para congelar el movimiento sin perder nitidez. Las lentes 35mm o 50mm te permiten mantenerte cerca de la acción sin distorsionar demasiado. Dispara en apertura media (f/2.8–f/4) para mantener buena separación del fondo, pero con suficiente profundidad de campo para que el movimiento no saque a la pareja de foco. Y sobre todo, mantente en movimiento tú también: camina, gira, agáchate… sé parte activa de la dinámica.
En la edición, lo ideal es mantener un estilo fresco y luminoso que refleje la energía de las fotos. Puedes aumentar un poco la exposición, resaltar los blancos y levantar las sombras para dar una sensación de ligereza. Los colores vivos y pieles naturales son clave para que la imagen respire alegría. Este tipo de fotos tienen mucho potencial para portadas de álbum, impresiones grandes y contenido viral en redes sociales. Más allá de lo visual, estás entregando una experiencia: una sesión divertida, libre y emocionalmente significativa. El movimiento conecta, libera y revela lo mejor de cada pareja —y eso, en fotografía, vale oro.

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