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Los cursos de fotografía smash cake están diseñados para enseñarte cómo capturar de forma profesional y creativa una de las sesiones más divertidas y emotivas del mundo infantil: el primer cumpleaños de un bebé. Esta tendencia, cada vez más popular en México, combina fotografía, decoración temática y una pequeña fiesta con pastel incluido, lo que da como resultado imágenes llenas de ternura, color, expresión y espontaneidad. Un buen curso te enseñará desde la planificación de la sesión hasta la entrega final, cuidando tanto el aspecto técnico como la experiencia del bebé y los papás.
Uno de los grandes beneficios de este tipo de cursos es que aprenderás a diseñar sets fotográficos temáticos, personalizados para cada bebé, utilizando colores, accesorios y ambientaciones acordes al gusto del cliente o una propuesta creativa original. También se abordan aspectos clave como la iluminación ideal (natural o artificial), las mejores horas para trabajar con bebés, tipos de pasteles seguros, recomendaciones para lograr buenas expresiones, y cómo evitar errores comunes que podrían arruinar la sesión. Además, se enseña cómo improvisar si el bebé no reacciona como se esperaba, manteniendo siempre la calma y la paciencia.
Estos cursos también incluyen formación en composición fotográfica, tipos de lente recomendados, ángulos para capturar la acción, enfoque selectivo y edición básica, para lograr imágenes brillantes, limpias y con ese estilo alegre tan característico del smash cake. En algunos programas más completos, también aprenderás sobre cómo ofrecer paquetes fotográficos atractivos, incluir impresiones, álbumes o cuadros decorativos, y cómo comunicarte con los papás para preparar bien la sesión desde días antes. Todo esto te ayuda a brindar un servicio profesional, organizado y emocionalmente significativo.
En resumen, los cursos de fotografía smash cake son ideales si te gusta trabajar con bebés, disfrutas la fotografía creativa y quieres ofrecer un servicio único y rentable. Es una especialidad con alta demanda en el mercado familiar mexicano, ya que muchas mamás buscan celebrar el primer año de sus hijos con algo especial, y cada sesión puede convertirse en un recuerdo inolvidable. Aprender a dominar esta técnica no solo te dará nuevas habilidades, sino que puede convertirse en una gran oportunidad de negocio, especialmente si lo complementas con sesiones infantiles, familiares o de maternidad.
Una sesión smash cake es una sesión fotográfica pensada para celebrar el primer cumpleaños de un bebé, donde el protagonista tiene la libertad de explorar, jugar y “aplastar” su pastel en un ambiente completamente preparado para capturar ese momento de forma divertida, espontánea y tierna. A diferencia de una sesión infantil tradicional —que puede centrarse en retratos más posados o en escenas familiares más formales—, la sesión smash cake es mucho más interactiva, colorida y desestructurada. Lo que hace especial a esta sesión es que combina fotografía temática, ambientación decorativa y una experiencia sensorial para el bebé. Todo el set se diseña con anticipación: se elige una paleta de colores, un tema (selva, unicornio, circo, vintage, minimalista, etc.), elementos decorativos como guirnaldas, fondos, globos, y por supuesto, un pastel suave y seguro para que el bebé lo toque, lo pruebe y lo destruya sin riesgos. El objetivo es capturar expresiones auténticas: risas, sorpresa, curiosidad y hasta un poco de caos, todo eso que hace único el primer año de vida. En los cursos de fotografía smash cake se enseña no solo cómo capturar estos momentos con técnica (luz, enfoque, velocidad), sino también cómo planear y guiar la sesión para que sea divertida, segura y fluida. También se abordan detalles como el momento ideal del día, cómo mantener al bebé feliz, qué hacer si no quiere tocar el pastel, y cómo interactuar con los papás para que se involucren sin intervenir en exceso. Una sesión smash cake es más que una sesión de fotos: es una pequeña fiesta documentada, una explosión de color y emociones que requiere sensibilidad, técnica y mucha creatividad. Y cuando sabes cómo hacerla bien, puede convertirse en una de las más solicitadas por tus clientes.
Para empezar en la fotografía smash cake no necesitas un estudio costoso ni el equipo más avanzado. Lo más importante es contar con una cámara que te permita trabajar en modo manual, para tener control total sobre la exposición, enfoque y profundidad de campo. Una cámara DSLR o mirrorless con un lente de focal fija, como un 50mm f/1.8 o un 35mm, es ideal para capturar al bebé en espacios reducidos, con buena nitidez y un bonito desenfoque del fondo. También es fundamental tener una fuente de luz adecuada. Muchos fotógrafos utilizan luz natural, colocando al bebé cerca de una ventana amplia con una cortina translúcida para suavizar la luz. Pero si trabajas en interiores o en días nublados, una luz continua con difusor o un softbox puede ayudarte a lograr resultados profesionales. Aprenderás en los cursos a manejar la dirección e intensidad de la luz para que las imágenes se vean suaves, brillantes y sin sombras duras. En cuanto al set, no necesitas invertir mucho desde el principio. Con un fondo neutro (papel, tela o vinil lavable), algunos props básicos como cajas, canastas, globos, banderines y un pastel sencillo, puedes armar una escena bonita y funcional. Lo importante es que todo sea seguro, lavable y no tóxico, ya que el bebé estará en contacto directo con el pastel y los elementos del set. Muchos cursos también incluyen guías de proveedores, recomendaciones de decoradores o ideas para armar sets con bajo presupuesto. Además del equipo fotográfico, considera tener un kit de limpieza básico, toallitas húmedas, una muda de ropa extra para el bebé, y música suave o juguetes para mantenerlo contento. La clave está en crear un ambiente cómodo, visualmente atractivo y funcional para capturar momentos genuinos. Con lo básico y la técnica adecuada, puedes ofrecer sesiones smash cake increíbles sin grandes inversiones iniciales.
Esta es una de las situaciones más comunes en las sesiones smash cake, y también una de las razones por las que es tan importante estar preparado, tener paciencia y saber improvisar. No todos los bebés reaccionan igual cuando se enfrentan por primera vez a un pastel: algunos se emocionan y lo destrozan sin problema, mientras que otros se asustan, se incomodan o simplemente no quieren tocarlo. Y eso está bien. Lo importante es respetar su ritmo y encontrar formas creativas de lograr buenas fotos sin forzar la situación. En los cursos especializados se enseña cómo anticiparte a este tipo de escenarios. Una buena práctica es darle al bebé unos minutos de adaptación antes de comenzar la sesión con el pastel. Puedes empezar con tomas sin pastel, usando juguetes o props para que se familiarice con el entorno. También puedes ofrecerle una pequeña cucharada de betún o pastel en tu dedo o en una cuchara, para que explore el sabor y la textura sin presión. Otra técnica muy efectiva es invitar a los papás a participar discretamente. Ellos pueden jugar cerca, aplaudir, cantar o mostrar emoción para motivar al bebé. En algunos casos, los papás pueden ayudar tocando ellos mismos el pastel primero, para que el bebé imite la acción. Si de plano no hay interés, puedes colocar objetos pequeños (como fruta o juguetes comestibles) dentro del pastel, para llamar la atención del bebé sin que lo note. Lo más importante es mantener un ambiente relajado, sin apuros ni expectativas rígidas. A veces, una sola sonrisa o un gesto curioso puede dar como resultado una foto maravillosa. Con el enfoque correcto, incluso una sesión sin pastel "destrozado" puede ser hermosa, auténtica y llena de valor emocional para los papás.
La seguridad es una de las prioridades más importantes en cualquier sesión smash cake. Aunque parecen sesiones simples y divertidas, involucran a bebés muy pequeños, alimentos, decoraciones y movimientos inesperados, por lo que es fundamental prever cada detalle para evitar accidentes o situaciones incómodas. En los cursos de fotografía smash cake se abordan todos estos puntos de forma clara para que puedas trabajar con confianza y ofrecer una experiencia segura y profesional. Lo primero es asegurarte de que todos los elementos del set sean seguros para el bebé: desde el pastel (que debe ser apto para su edad y libre de ingredientes alérgenos como nueces o chocolate) hasta los props decorativos. Evita objetos pequeños que puedan meterse a la boca, adornos con partes sueltas, globos desinflados o superficies resbalosas. También es importante colocar una base antideslizante bajo el pastel para evitar que se deslice o que el bebé se resbale. Otro aspecto fundamental es la higiene del entorno. Todo el set, los props reutilizables y la superficie donde se sentará el bebé deben estar perfectamente limpios antes de la sesión. Ten siempre a la mano toallitas húmedas, una toalla limpia, gel antibacterial (para ti), y asegúrate de que el bebé no esté descalzo sobre una superficie fría. Muchos fotógrafos también optan por trabajar con un tapete lavable o una lona decorativa especial para este tipo de sesiones. Por último, es clave tener una comunicación previa con los papás. Pregúntales si el bebé tiene alguna alergia, si ya ha probado pastel antes, cómo reacciona ante texturas nuevas o si hay algo que deba evitarse. Este tipo de prevención no solo te protege a ti como profesional, sino que también da tranquilidad a los padres y mejora la experiencia de todos. Recordemos que una sesión divertida también debe ser segura en todo momento.
La edición de una sesión smash cake tiene como objetivo resaltar la alegría, la ternura y los colores vibrantes que caracterizan este tipo de fotografías. La mayoría de los fotógrafos optan por un estilo limpio, brillante y natural, que mantenga la esencia del momento sin exagerar los efectos. En los cursos de fotografía smash cake aprenderás a aplicar un flujo de trabajo eficiente que mejore la imagen sin restarle espontaneidad. Primero, se realiza una selección cuidadosa de las mejores tomas, priorizando las expresiones del bebé, las interacciones con el pastel y los momentos más emotivos o divertidos. Luego, en programas como Lightroom o Photoshop, se corrigen aspectos básicos como la exposición, el balance de blancos, el contraste y la nitidez. Se busca que la piel del bebé luzca suave y natural, que el pastel tenga colores apetecibles y que los fondos no roben protagonismo a la escena. La clave en la edición fine de este tipo de sesiones es mantener la naturalidad, especialmente en los tonos de piel. No se recomienda un retoque excesivo, ya que los bebés no deben parecer artificiales o irreales. Sin embargo, sí se pueden suavizar rojeces, corregir pequeñas manchas o eliminar distracciones del fondo para lograr una estética más cuidada. También es común aplicar un poco de viñeta suave o enfoque selectivo para dirigir la mirada hacia el bebé. En algunos cursos también se enseñan presets específicos para smash cake, que te permiten ahorrar tiempo y mantener coherencia visual en toda la galería. Una buena edición no solo mejora las fotos, sino que aporta valor profesional a tu trabajo, diferenciándote de quienes solo entregan archivos sin tratar. La postproducción bien aplicada es ese toque final que convierte una sesión divertida en un recuerdo inolvidable.
Sí, vale totalmente la pena ofrecer sesiones smash cake como parte de tus servicios fotográficos, especialmente si te enfocas en fotografía familiar, infantil o de maternidad. En México, este tipo de sesiones ha ganado muchísima popularidad en los últimos años, ya que cada vez más mamás buscan celebrar el primer cumpleaños de sus bebés de una manera especial, creativa y llena de recuerdos visuales. Es una oportunidad para los padres de conservar un momento único y tierno, y para ti, como fotógrafo, de ofrecer una experiencia diferente y rentable. Una de las grandes ventajas de este servicio es que tiene una alta demanda recurrente. Cada año hay miles de bebés cumpliendo su primer año, y muchas familias invierten con gusto en una sesión temática bien hecha. Además, es un tipo de sesión que se puede personalizar fácilmente, lo cual te permite diferenciarte de otros fotógrafos ofreciendo estilos únicos, sets temáticos, paquetes con impresiones, videos o incluso sesiones combinadas con fotos familiares. Otro beneficio es que, con una buena estrategia de marketing y contenido visual atractivo, puedes generar muchas recomendaciones boca a boca. Las mamás suelen compartir estas sesiones en redes sociales, etiquetan al fotógrafo, y otras mamás interesadas lo ven como inspiración para sus propios hijos. Si entregas una buena experiencia (desde la atención hasta la edición final), no solo te recomendarán, sino que podrías generar clientes frecuentes para futuras sesiones de seguimiento, navideñas, de maternidad o familiares. Las sesiones smash cake no solo son rentables, sino que también fortalecen tu portafolio, amplían tu base de clientes y te posicionan en un nicho emocional y en crecimiento. Con una formación adecuada y creatividad en cada sesión, puedes convertir esta especialidad en una fuente sólida de ingresos y una marca reconocida en tu comunidad.