No hay un motivo tan pertinente y atractivo como los viajes a la hora de tomar fotografías. Desde que tenemos memoria era inadmisible no colocar en nuestra maleta de viaje la cámara fotográfica para eternizar cada recuerdo vivido, cada ciudad visitada. El uso del móvil y su accesibilidad para la toma de gráficas ha permitido que nos convirtamos en unos viajeros aficionados a la fotografía.
Ahora, para el fotógrafo profesional la fotografía de viajes resulta una de las disciplinas más completas y ambiciosas porque contiene unas categorías a considerar dependiendo de los temas y de los motivos a captar: retrato, documental, de calle, entre otras. En las siguientes líneas pretendemos orientarte en los variopintos aspectos a considerar en la fotografía de viajes para que te inicies con éxito en este género.
Tabla de Contenidos
¿Qué es la fotografía de viajes?
La fotografía de viajes es uno de los géneros más completos porque abarca varias categorías de temas. Narra en una gráfica, la esencia de un lugar y de las personas que lo habitan en una época determinada. Es la impronta visual de un espacio vital habitado, virgen o intervenido por el hombre, filtrado por el ojo de quien lo capta a través de una cámara fotográfica.
El fotógrafo de viajes tiene como objetivo documentar con su cámara, la cultura, el modus vivendi, el paisaje, las personas y el espacio donde se mueven. Si piensas dedicarte a ella debes considerar el estudio de las tantas categorías que abarca y pensar en especializarte en alguna: fotografía de retrato, paisaje, documental, gastronómica, de calle, arquitectónica entre otras.
Contar una historia.
La mediación entre la realidad fotografiada y la cámara son los sentimientos, las emociones, las expectativas y las experiencias que deposita el fotógrafo en cada imagen capturada. En la fotografía de viajes siempre habrá una intención narrativa en cada imagen, en contar una historia, una vivencia, un estado de ánimo frente a lo que se fotografía.
Esto debe ser primordial y evitar fotos frías e impersonales. Para ello nos adentraremos en los diferentes géneros en los cuales puedes incursionar para contar un viaje a través de una serie fotográfica.
Incursiona en géneros afines a la fotografía de viajes
El género por el cual comenzamos es uno de los más interesantes, es el que representa todo un reto, el de fotografiar a las personas autóctonas de los lugares visitados. Estudiar y manejar el género retrato te permitirá captar toda la esencia que encierra un rostro, un individuo en consonancia con su ambiente.
Su sentido de pertenencia, su arraigo al contexto donde vive, su idiosincrasia, modo de vida, sus expectativas de realización frente al ambiente que lo rodea, la cordialidad frente al turista y cómo se irradia en una gráfica.
Recuerda que tu carta de presentación debe ser tu sonrisa y una buena conversación para generar la confianza en quien será fotografiado. Siempre se debe estar informado del grado de apertura que tienen los lugareños frente a las entrevistas de acuerdo a su cultura y sin perder la naturalidad que tanto se anhela a la hora de que posen frente a la cámara.
Ahora, si gustas del género paisaje ya sea natural o urbano, o fotografía de naturaleza muy relacionada con la de paisaje cuando de fotografiar la flora y fauna de un lugar se refiere, o fotografía nocturna, fotografía de calle, o de arquitectura, es conveniente profundizar en los criterios técnicos y expresivos que como fotógrafo debes dominar, así como darle esa impronta única con el filtro de tu emocionalidad a la gráfica, que la aleje de las típicas imágenes de postales frías y sin carácter.
Lograr captar el espíritu de seres trashumantes como en la fotografía nocturna o la de calle, o de cada rincón y su historia, donde palpita la vitalidad humana y la concepción estética de sus espacios donde pernocta como en la fotografía de arquitectura.
Si lo tuyo es realizar fotografía de viajes como una fotografía testimonial, entonces debes decantarse por la fotografía documental, un género más realista, objetivo, donde el filtro de la emoción se deja de lado para documentar visualmente una realidad de forma didáctica y que puede llegar a los linderos de la denuncia social. Si eres un sibarita, un gourmet, además de gustar de exponer en tus gráficas colores, texturas y formas de la variedad de platos que definen la cultura local de cada ciudad o país que visitas, entonces la fotografía gastronómica es lo tuyo.
En fin, tienes un abanico de posibilidades para desarrollarte en el ámbito de la fotografía de viajes ya que si te consideras versátil y con un estilo ecléctico, conseguirás en cada uno de estos géneros inspiración para capturar cada motivo, tema, sujeto, o escena que testifique la experiencia de ser un fotógrafo viajero.
¿Qué equipo escoger para fotografía de viajes?
Todo dependerá de lo práctico, cómodo y ligero que quieras estar al viajar sin desatender criterios de calidad y variedad en las gráficas que desees tomar. Si atiendes a lo último entonces puedes escoger una cámara réflex o evil, equipos completos y con accesorios que garantizarían versatilidad y calidad de imagen además de requerir el uso de objetivo. Si por el contrario buscas menos peso en el equipaje, puedes decantarse por una bridge de buen zoom, un flash de poco tamaño y pinza de trípode.
Si deseas aún más ligereza entonces una cámara compacta de bolsillo es lo tuyo. En cuanto a llevar trípode o no debes sincerarte en los tipos de fotografías que realizarás. Si tu preferencia es la de paisaje o nocturna es imprescindible viajar con uno, compacto y plegable. Si por el contrario según tu mapa de ruta, preferirás la fotografía de retrato y de calle entonces aligera el equipaje y déjalo en casa e incluso incidirá en el tipo de mochila que necesitarás según el equipo a utilizar.
Un bolso con todos los bolsillos y apartados adecuados para sectorizar y colocar ordenadamente cada componente, de material ligero, que sea impermeable y resistente a los golpes será el adecuado. No debe faltar colocar varias tarjetas de memoria y baterías de repuesto.
Planifica tu mapa de ruta
Si, leíste bien. Todo fotógrafo viajero debe realizar su mapa de ruta y planificar los destinos a fotografiar con los lugares escogidos de antemano. Tu destino se elegirá en función de los ambientes a captar y tu trabajo no tendrá desperdicio. Con el estudio previo de las locaciones diferenciarás un viaje de placer cuyo complemento es tomar unas gráficas para el recuerdo, con un viaje provisto de ambientes fotografiables planificado por un profesional de la fotografía.
Ahora bien, entendido que no serás un turista fotógrafo sino un fotógrafo viajero deberás trasladarte en temporada baja de manera que los ambientes a fotografiar estén libres de multitudes y turistas. Personas foráneas a los ambientes a captar contaminaría y desvirtúan la esencia de tus fotografías.
Elabora una bitácora con lugares específicos y hora, de manera que elijas la mejor luz natural según la escena a fotografiar y el equipo a utilizar e infórmate si existen ciertas restricciones o limitaciones del lugar para la toma de fotografías y así evitarás pérdida de tiempo y ahorro de costos.
Igualmente debes realizar una investigación de su cultura, costumbres ancestrales, geografía, modo de vida, además de adentrarse previamente en sus predios para conectarse, generar empatía con el lugar y las personas que lo habitan.
Estos datos serán de utilidad por si abordas por ejemplo, el género documental para así realizar de forma adecuada una serie fotográfica y contar una historia con ella. Investiga trabajos previos sobre esas locaciones, así analizarás tus posibilidades creativas y el abordar con originalidad la fotografía de las mismas.
Recomendaciones para realizar tus fotografías de viaje
Realiza unas cuantas gráficas de tu previaje o preparativos, como el hacer maletas, compra de boletos y de misceláneos porque también forma parte del ritual del viaje. En el momento de trasladarse en avión, bus, barco o tren, aprovecha de tomar unas cuantas fotografías. Asegúrate de sentarte en una ventana con un buen panorama del camino o de una ventanilla del avión para tomar fotos aéreas.
Una vez llegado al lugar extrae toda la riqueza tradicional y cultural para eternizarlo en una foto. Fotografía a personas autóctonas, lugareños o personajes cotidianos, pídeles su anuencia para ser fotografiados y publicar en redes sociales, brindale tu mejor sonrisa para generar un clima de confianza a la hora de posar sin perder la espontaneidad y siempre tener tu cámara lista.
Igual debes estar atento para informarte de las restricciones y permisos que requieres para realizar fotografías en el lugar y así evitar malos ratos. Sé cortés, amable y discreto; eres un forastero en tierras lejanas y ante la duda siempre preguntar con buena educación con la mejor de tus sonrisas.
Recuerda levantarte muy temprano para aprovechar la luz del amanecer para unas espectaculares fotografías y en donde los espacios apenas despiertan. Aprovecha la hora azul o la hora dorada para captar atmósferas espectaculares y esa luz difusa que tanto embellece las gráficas.
Consejos técnicos básicos para iniciarte en la fotografía de viajes.
Para familiarizarte con tu cámara, lo primero que debes dominar es el triángulo de exposición, un esquema que te permitirá comprender las leyes que rigen la luz y la forma de captar una imagen en tu cámara fotográfica. Los aspectos a tener en cuenta del triángulo de exposición son la velocidad de obturación, apertura del diafragma y el ISO. Conocer, controlar y dominar estas tres variables permitirá controlar la entrada de luz a voluntad cuando lo requieras, congelar el movimiento, ampliar o disminuir la profundidad de campo y la nitidez de tus fotos.
No le des todo el poder a la cámara para la captura de la imagen. Trabaja en modo manual o semimanual y evita el modo automático sobre todo si tienes una cámara reflex. Elige los ajustes de tu cámara para que tus fotografías emocionen y tengan ese toque personal y único que puedes imprimirles a tus fotos.
Aprende las leyes de composición fotográfica. Escoge un buen encuadre aplicando la ley de los tercios para ubicar tu centro de interés. Aplica una paleta de colores complementaria o análoga para jugar con las armonías y los contrastes. Ten en cuenta el uso de las líneas para acercar tu centro de interés, jugar con las perspectivas y guiar la mirada del espectador. Saca provecho del espacio negativo o vacío para destacar a tu protagonista. Apertura el diafragma para desenfocar el fondo y destacar en nitidez el sujeto protagonista de la foto.
Practica y perfecciona la composición, aprende a jugar con los encuadres y le darás un toque interesante a tus fotografías. Lo importante es equilibrar la técnica con la emoción. Aprender las diversas técnicas para despertar la emoción en quien observa tus fotografías y narrar de forma efectiva la historia de tu viaje. Convierte en toda una experiencia cada destino a fotografiar, cada sujeto o escena que atrape tu interés y filtra la emoción que te embarga el captar a través del lente de tu cámara cada lugar.
¿Y en qué formato trabajar?
Puedes realizarlo en RAW o JPG. Si eres de los que le gusta tomar el control de la edición final de tus fotos, puedes decidirte por el formato RAW. Si has visualizado el resultado final de tus fotos, el RAW permite editar y materializar las imágenes proyectadas. Por el contrario, si eres impaciente en compartir tus imágenes desde el instante que terminas tu trabajo, buscas ahorrar espacios en tus tarjetas de memoria y no se te da la edición entonces puedes hacerlo en JPG.
También puedes trabajar en ambas solo que ocupa mucha memoria y no es óptimo para disparar en ráfaga. Si tu cámara admite doble tarjeta de memoria… listo! Una para RAW y la otra para JPG, todo dependerá también de la paciencia y la espera de tu cliente para recibir las imágenes.
Con todo lo expuesto espero te hayas acercado a desentrañar los secretos y la aventura que significa dedicarte a la fotografía de viajes y convertirte en el fotógrafo profesional viajero que deseas ser.